¡Gente! Finalmente, lo hemos conseguido: unas primeras impresiones que no llegan un mes tarde. En fin, no es la mejor temporada del año, y no es el mejor año de la década... pero hay un par de series buenas, así que, ¿empezamos?
Dandadan
Es normal tener dudas acerca del futuro de Science SARU sin Masaaki Yuasa a la cabeza. Cuando el estudio se fundó, existía una metonimia absoluta entre ambos nombres. Durante años, todos sus proyectos importantes estaban dirigidos por el único e inigualable, pero, en retrospectiva, desde bien pronto se estaban entrenando nombres con el talento suficiente como para cargar con el peso del estudio a sus espaldas. Recientes adquisiciones y una decidida apuesta por IPs existentes pueden sembrar incomodidad a la hora de referirnos a un estudio que ganó el Cristal de Annecy al poco de nacer, pero tras su primer episodio no creo que nadie culpe a Dandadan si la cosa se terminase torciendo en un futuro.
Hace un par de años de la Chainsaw Man de MAPPA, una serie con un músculo técnico incomparable pero que a veces parecía limitada por su tono de anime prestige, siempre anclada en su fotografía realista y paleta desaturada. La propuesta de SARU es todo lo contrario: un despliegue no sólo de color sino de ideas variopintas a la hora de afrontar cada nueva escena, muchas inspiradas por esa serie B que la reinterpretación del manga de Fujimoto no tenía el valor de trabajar. La palabra aquí es flexibilidad: flexibilidad en el tono, flexibilidad en los recursos y flexibilidad en las imágenes.
No sé cuánto nos sorprenderá la serie con el pasar de los capítulos, ni cuánto nos podemos permitir hacernos ilusiones con un solo cour de una serie que cuenta 17 volúmenes y subiendo. Pero no todos los días sale a la luz un proyecto tan vibrante como el anime de Dandadan. Así que habrá que confiar, ¿no?
Uzumaki
A lo largo de 5 años, Uzumaki ha sido una especie de faro en el horizonte. Era ese proyecto ridículamente ambicioso y eminentemente artístico que traería un soplo de aire fresco a un panorama cada vez más acartonado, la serie Elegida, la adaptación de una leyenda por otra leyenda, la válvula de escape de todo lo que implica el anime contemporáneo.
Creo que el manga de Uzumaki sufre de un efecto similar al que describí en el post de Silent Hill hace unos meses. Existe esta concepción de que se trata de una sesuda obra maestra del terror, pero por encima de todo es una colección de relatos cortos sobre cosas horribles pasándole a gente, a veces conectadas con el brillante motivo de la espiral, habitualmente demasiado pasadas de rosca para tomárselas remotamente en serio, pero siempre con un gusto excepcional para el gore creativo.
El primer episodio de la adaptación pone de manifiesto que esta forma de entender el género funciona mucho mejor a papel, en capítulos de 30 páginas. Pese al buen trabajo de reestructuración, se siente como una introducción que no dedica el tiempo suficiente a preparar el escenario, que las cabezas empiezan a rodar demasiado pronto. Problemas de ritmo, no obstante, compensados por el impacto visual de muchas de sus escenas. En parte, Uzumaki sí es ese anime de intención incuestionablemente artística que se nos prometió.
Es lamentable, por tanto, lo que ha ocurrido a lo largo de la última semana. Un segundo episodio completamente outsourceado, rebosante de mala intercalación y de transiciones antinaturales, que ha sincronizado una oleada de rechazo por parte de los espectadores como pocas veces he visto. No hay forma de negar el desastre, y aunque aún quedan dos episodios por estrenarse, las declaraciones de Jason DeMarco no auguran una perspectiva demasiado prometedora.
Así que... Pluto llegó el año pasado, pasando más o menos desapercibida. Uzumaki ya está aquí, y todo es un caos. No hay un nuevo y ambicioso proyecto de la vieja escuela que esperar, y visto lo visto, casi parece mejor buscar en otras partes. ¿Qué duda cabe de que seguirá saliendo anime bueno? Siempre lo hace. Pero, tras esta desilusión y con los dos estudios más creativos de la actualidad pasándose a las adaptaciones, resulta tentador caer en el pesimismo.
Ao no Hako
Hay gente que necesita meterse una comedia romántica al año, o si no, explotan. Yo no soy esa persona, pero lo entiendo y respeto.
El manga de Ao no Hako es un objetivo habitual para el honorable menester de autoengañarte pensando que un romance de instituto es esto, y dada su popularidad tiene sentido que haya terminado recibiendo una adaptación al anime. Una adaptación, no obstante, como las típicas que salen en Netflix. Paneles calcados del manga por todas partes y una posproducción fea con ganas.
De nuevo, hay gente que necesita meterse una de estas al año y que encima no lee manga, así que puedo entender que alguien encuentre un confort en ver esto. Pero, de nuevo, yo no. Así que pasando. Que, además, se puede comer mucho mejor.
Ranma 1/2
No había ningún motivo para desconfiar de la nueva adaptación de Ranma 1/2, pero el fantasma de Urusei Yatsura, unido al estigma de MAPPA y la aparente irrelevancia del proyecto me habían hecho olvidar un escenario más que probable y que ha terminado ocurriendo: el de un primer episodio muy bien trabajado.
Contraintuitivamente, creo que la clave de su éxito ha sido no modernizarse en absoluto. El capítulo empieza con un letrero: "Años 80, en algún lugar de Tokyo". Este marco justifica sin esfuerzo todo lo que vas a ver a continuación. La propia premisa de Ranma 1/2 se sustenta en una sociedad que cada vez responde menos a nuestros incipientes estándares posgénero, por lo que acercarla demasiado a nuestro tiempo terminaría siendo, como poco, problemático. Proyectarla a través de la lente del tiempo, sin embargo, se siente honesto, blanco y hasta cierto punto autoconsciente. Los matrimonios concertados están feos, sí; pero mira, son los años 80 y todos los personajes son un puto desastre. No pasa nada. Es una comedia estúpida.
Así, la readaptación de Ranma 1/2 no formula la pregunta "¿Cómo haces Ranma 1/2 en 2024?" sino "¿Qué habría pasado si Studio DEEN hubiese tenido los recursos de 2024 para adaptar Ranma 1/2?". La respuesta es unas onomatopeyas bien animadas durante la pospro, una acción bombástica que hace uso de técnicas desarrolladas en el último par de décadas y una variedad de ideas a la que no era tan fácil acceder antes de la comunicación digital, que sin embargo entienden a la perfección el legado de Rumiko Takahashi.
Nada de esto tiene por qué ser de tu interés si no andabas pueste en el género desde antes, pero siento que esta interpretación es justo lo que tenía que ser, Megumi Hayashibara incluida. Ni más, ni menos. Y el protagonista cambia de sexo al entrar en contacto con agua: evidentemente me la tengo que ver.
NegaPosi Angler
NUT es un estudio raro de cojones. Suelen hacer animación de mucha calidad y la mayoría de sus proyectos son sobre guiones originales, pero sus propuestas no parecen terminar de cuajar en Occidente ni tienen una identidad visual tan fuerte como para construir una comunidad de fans. Sin embargo, cada vez que reviso la temporada de turno y encuentro un tráiler con su firma, suele ser uno de los que más me ha llamado la atención.
NegaPosi Angler se presenta como una serie sobre el sentido de la existencia, una de las grandes preocupaciones de... la historia de la humanidad, en realidad. Una que puebla la ficción, aunque muchas veces resulta más algo que revolotea o que se intuye, no tantas veces estando una introducción tan inequívocamente centrada en abordarlo como tema principal. La cosa trata sobre un joven deprimido con tendencias suicidas al que diagnostican una grave enfermedad y estiman dos años de vida, y sobre cómo termina enganchándose a la pesca. Es un tema sórdido de cojones que la serie afronta con bastante sentido del humor, en un delicado ejercicio de equilibrio tonal al que sobrevivirá con más o menos gracia en función de cuán sensible seas a estos temas. Desde luego, y por lo pronto, es más empática que cualquier anime de adolescentes muriéndose que se me ocurra.
Pero si es la serie que más quiero seguir esta temporada (con el permiso de Dandadan) es por algo tan sencillo como manejar una historia original, presumiblemente cerrada, y verse francamente bien. Si hay una epidemia que me pone vinagre con la industria del anime, es sin duda alguna las series-anuncio, las adaptaciones incompletas de manga en publicación cuyo único objetivo es promover las ventas de la obra original sin intención de continuar nunca la historia. No sé si NegaPosi Angler estará a la altura de las expectativas ni si será exactamente lo que el anime necesita, pero desde luego nos viene mucho mejor que un Jigokuraku. Del resto de aspectos ya opinaremos cuando termine.
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¡Gente! Finalmente, lo hemos conseguido: unas primeras impresiones que no llegan un mes tarde. En fin, no es la mejor temporada del año, y no es el me-- ah, no, que esto ya lo he dicho antes...
Palabras clave: DAN DA DAN, Yukinobu Tatsu, Fuuga Yamashiro, Hiroshi Seko, Naoyuki Onda, Junichi Higashi, Satoshi Hashimoto, Kensuke Ushio, The Spiral into Horror, Drive, Akatsuki, Fugaku, Adult Swim, Production I.G, Junji Ito, Hiroshi Nagahama, Blue Box, Telecom Animation Film, Kouji Miura, Yuuichirou Yano, Yuuko Kakihara, Miho Tanino, Kounosuke Uda, Kimiko Ueno, Hiromi Taniguchi, Chihiro Ookawa, Yukiko Kakita, Negative Positive Angler, Yutaka Uemura, Tomohiro Suzuki.