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Primeras impresiones de PRIMAVERA 2024

Es posible que 2024 se convierta en el año en el que menos anime he visto desde 2014, pero aunque dedicarse a la animación ponga difícil la cosilla esa de disfrutar de la animación, el inicio de temporada es siempre una época en la que apetece subirse un poco al carro y ver lo que sale. Aunque sean 5 tristes series. ¡Comenzamos!


Ookami to Koushinryou: Merchant Meets the Wise Wolf

Han pasado 16 años desde que se emitió en televisión el primer episodio de Spice and Wolf. Se dice pronto, pero década y media da para que cualquier buena serie crezca en el recuerdo de la gente. Puede que no sea el anime más celebrado de la historia, pero creo que hay un respeto especial cuando se habla de Spice and Wolf. Nunca ha sido una serie demasiado importante para mí, pero creo que la repercusión mediática de este remake me ha hecho entender mejor que nunca este intangible. Está en lo mucho que celebra su ambientación medieval; cada pueblo tiene sus costumbres, cada viaje en carromato consume un tiempo a tener en cuenta. Está en la caracterización de sus dos protagonistas, tan cerca en concepto de cualquiera de sus congéneres de arquetipo pero tan lejos cuando se trata de cómo la escritura los trata y la gente los recuerda. Y, por supuesto, está en su infame final abierto, particularmente doloroso por lo muy establecido que está el objetivo de la trama desde el primer capítulo.

15 años llevamos de brazos cruzados esperando una continuación que nunca llegó, y cuando de pronto se anuncia una readaptación de la obra desde el principio, lo natural es hacerse una pregunta: "¿Por qué? ¿Por qué no una tercera temporada?". Por supuesto, la respuesta radica en plantearse a ver quién es el productor guapo que convence al comité de que lanzar una secuela para una serie que lleva sin recibir contenido animado desde 2009 es buena idea. Así que, para no gastar energías enfurruñándonos con el distópico funcionamiento del mundo del espectáculo, toca plantearse una segunda cuestión: "¿Esta vez vamos a tener una conclusión para la historia de Holo y Lawrence?". Siento que, en esta ocasión, absolutamente todo lo que importa de verdad es la respuesta a este segundo interrogante. La serie es bastante fea: unos cuantos buenos dibujos no compensan una mala gestión de los recursos, unas decisiones de posproducción cuestionables ni un storyboard que trabaja fatal la profundidad. La original, merece la pena recordar, tampoco era ninguna obra maestra de la técnica, si bien es verdad que los fondos con más pincelada contribuían a la estética de fantasía.

Pero, si se comprometen a terminar la historia, la verá toda mi generación. Porque ya no se trata de tener la mejor serie de la historia, sino de cerrar un capítulo. Que, mucho ojo, a veces es igual de importante. En el pesimista caso de que esto no se cumpla, tendremos el anime más innecesario de todos los tiempos.


Shuumatsu Train Doko e Iku?

Cuando pensamos en la figura del autor en el anime, lo habitual es que se nos vengan a la cabeza los "grandes nombres" que han expresado su visión de manera contundente en estudios de renombre: Hayao Miyazaki, Masaaki Yuasa, Satoshi Kon... Sin embargo, el grueso del anime está compuesto por producciones mucho más espontáneas, comerciales e impredecibles. Y allí también hay gente trabajando de maneras muy reconocibles. En este sentido, tengo debilidad por el trabajo de Tsutomu Mizushima, un psicópata que nos ha dejado desde la icónica Bokusatsu Tenshi Dokuro-chan hasta la menos conocida en occidente Girls und Panzer, pasando por obras tan celebradas y dispares como Shirobako, Prison School o Another.

Su obra parece, así, extremadamente inconsistente, o al menos extremadamente dispar. Pero, si has recorrido su trayectoria con intención es fácil darse cuenta de que tiene una manera súper específica de hacer las cosas que siempre acaba construyendo un conjunto inesperadamente coherente consigo mismo. Se observa en su imprevisible violencia a medio camino entre el slapstick y el ultrarrealismo, si es que eso es posible, siempre muy intercalada y nunca demasiado pulida. También en cómo está acostumbrado a trabajar premisas típicas del entretenimiento otaku, pero mezclándolas con un par de elementos bien costumbristas o bien histriónicos para construir un artificio mucho más natural que el de cualquier serie de Doga Kobo. En su uso del CGI, en sus diálogos y, en definitiva, en ser un tío raro. Pero con las ideas muy claras.

Shuumatsu Train Doko e Iku? es Mizushima en estado puro, puede que demasiado para la mayoría de paladares. Una colección del shit-posting más raro que vas a ver esta temporada, mejor dirigida de lo que te esperas pero nunca sobrada de recursos. Tomar la decisión de si esto es bueno o malo es la parte que os corresponde, pero si queréis mi opinión, se resume en la celebrada (por mí) review más votada de Crash en Letterboxd:

"Vanilla sex is too boring. The only way I can cum is TO BE HIT BY A BUS"


Astro Note

En la primera escena de Astro Note se produce una batalla entre naves espaciales. Los diseños son angulosos, más o menos simples; si no fuese por el aspect ratio pensarías que no estamos en la diégesis sino que algún personaje está viendo una parodia de Space Battleship Yamato. No obstante, es todo lo contrario: efectivamente, Astro Note es una sitcom sobre un variopinto grupo de personas conviviendo en una pensión, pero el secreto de la protagonista es que, en realidad, es una extraterrestre que anda en misión de reconocimiento junto a su perro parlante. Esas naves sacadas de Battleship Yamato cobran sentido al descubrir una premisa tan pasada de moda (en un sentido más bien positivo), endulzada por los fantásticos diseños originales de Kubonouchi Eisaku, y hasta cierto punto, traicionada por un estilo de fondos muy digital y compo agresiva.

Hay contenido en este piloto como para parar un tren, presentando a cada uno de los inquilinos de forma intensa y eficaz. La serie rezuma carisma en los detalles, tanto de la casa como de los personajes, tiene esa idiosincrasia necesaria para separarse de la gran masa de imágenes y sonido que componen el mundo de la animación... pero también problemas técnicos de base que le suponen un lastre enorme. Desde el primer minuto nos encontramos un sinnúmero de dibujos mal corregidos y encuadres planos, de los que te hacen pensar que si andamos así la primera semana, en la sexta la cosa va a estar implosionando. Puedo resguardarme lo que quiera en el olor a muebles viejos, pero los tropos del romance forzado y la chica que no sabe lo más básico de nuestra cultura son extraordinariamente derivativos.

Hay películas que funcionan como una máquina bien engrasada pero les falta el "fua~h" para resultar atractivas... pero a Astro Note le pasa exactamente lo contrario. Es una serie que me cae mejor de lo que me gusta en realidad, y que me gusta más de lo buena que me parece. Ojalá en un mes haya personas asegurándome que cada capítulo ha ido a mejor y no debo perdérmela, pero ahora mismo veo suficientes redflags como para desaconsejar el hacerse ilusiones, salvo que pierdas la cabeza con la temática principal, en cuyo caso deberías mirar esto y después Vlad Love.


Blue Archive The Animation

Hay una comedia especial en abrirte la lista de anime de temporada y comparar las series más populares en occidente con los trending topic del Twitter japonés que probablemente vendan más de 30K por volumen. Blue Archive es un gacha coreano de los que probablemente hayamos visto cientos de miles de dibujos navegando por Internet, pero que a quienes estamos fuera del género, se nos pierden en la interminable masa de adolescentes anime con orejas de gatito. Sin embargo, creo que hay una atmósfera especial alrededor de Blue Archive, de que esta vez sí que sí, estamos ante "el gacha bueno", el que está bien escrito. Sólo los fans de Arknights son tan pesados a la hora de dejar claro que su pozo de horas es el correcto... casualmente, la otra serie reciente de Yostar Pictures. De ella sólo vi la primera temporada, y aunque no me gustó demasiado, tengo intención de continuar en algún momento, pues en lo referente a presentación y empaque en general, el anime se defendía.

Esta nueva serie del estudio tiene una condición similar: a ratos es bastante fea, fruto principalmente de lo estúpidamente complicado que es animar los diseños del gacha, pero sabe prometer de que las temporadas irán llegando y que los momentos importantes estarán mimados. Sumergirse en el mundo de Kivotos significa descubrir una idea de bombero detrás de otra: no tengo la capacidad de explicar los intríngulis de su premisa sin perderos y aburriros. Es el tipo de mezcla de ideas que jamás funcionarían en occidente, no sé si porque tenemos miedo al éxito o simplemente nos preocupa conservar nuestra dignidad como personas. Tiene un tono y un modo de hacer las cosas con el que no conecto en particular, y probablemente ni me plantearía haberle dado una oportunidad, ya no digamos seguirla, si no tuviese un grupo de amigos dentrísimo de este infierno a los que les hace gracia ver mi reacción a las desquiciadas ideas de la franquicia, además de saber ilustrarme durante el visionado con detalles de la compleja organización sociopolítica del mundo.

Ahora mismo no soy capaz de recomendarla abiertamente, pero a estas cosas hay que saber lanzarse de cabeza o no tocarlas ni con un palo; no puedes acercarte de manera tímida y esperar no quemarte. Ojalá se me disloque por completo el cerebro de aquí a pronto y todas las noches antes de dormir recite religiosamente el nombre de las Nueve Escuelas.


Kaijuu 8-gou

Caigo con mucha facilidad en el error de meterle más palos de la cuenta a Kaijuu 8-gou. Lo hice hace años con el manga, del que sólo leí un par de capítulos, y me noto a punto de hacerlo con el estreno del anime. No tiene nada que ver con su popularidad o su calidad. Tiene que ver, única y exclusivamente, con que está frustrantemente cerca de ser algo que me fascine, pero se queda en una injustamente deslucida garantía de pasar un rato entretenido. La idea de que tu protagonista sea un limpiador de kaijuu derrotados lo tiene todo: desde un girito divertido y original al género, hasta la posibilidad de explorar con toda la profundidad que quieras temas tan universales como el sentido de la existencia o la comparación de tu valía con la de tus seres queridos y tan japoneses como la posición del individuo en la sociedad. Todo ello con ese gancho especial de las obras preparadas para convertirse en memorables de verdad, de las ideas del millón que para desarrollar que no sólo necesitas habilidad sino una buena ración de suerte.

Es por todo esto que convertir Planetes en Devilman dándole superpoderes monstruosos al protagonista me parece uno de los mayores desperdicios del manganime reciente. No necesitaba que la serie fuese un dramón súper pesado para gente deprimida, pero desde luego siento que la premisa pedía ir un pasito más allá que el típico shounen de peleas. No creo que sea pedirle peras al olmo, pero sí entiendo que es pedirle a la serie que sea otra cosa completamente distinta a lo que tenemos. Y lo que tenemos, en realidad, está muy bien. El acabado del capítulo es sumamente consistente, no tiene miedo de demostrar que el equipo a cargo tiene la habilidad y el tiempo para trabajar planos en perspectiva de 3 puntos y animar animales de muchas patas en tradicional, dos greenflags que debería poder permitirse cualquier serie pese a que, en realidad, es poco habitual. Tirando de recursos narrativos habituales en el género, la serie sabe mantener el ritmo y el interés a lo largo de sus 24 minutos, un esfuerzo nada desdeñable y siempre apoyado por una banda sonora potente, a la que quizás le faltan ínfulas de Ifukube Akira para recordarnos de dónde venimos... pero bueno, tampoco había visto nunca a una chavala cazar un kaijuu valiéndose de un rifle y de un tigre blanco. Así que supongo que cualquier nueva idea es bienvenida. Qué duda cabe, en definitiva, que estamos ante una de las series de acción más contundentes que la animación nos va a regalar en estos meses, pero la mosca detrás de la oreja de lo que pudo ser y no ser me deja un regusto ligeramente agridulce con el que tendré que lidiar.


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Y poco más. ¿Acabaré la review de How Do You Live? antes de la temporada de verano? Quién sabe.

Palabras clave: Passione, Hasekura Isuna, Juu Ayakura, Takeo Takahashi, Hijiri Sanpei, Train to the End of the World, EMT Squared, namo, Michiko Yokote, Telecom Animation Film, Shinji Takamatsu, Haruki Kasugamori, Kimiko Ueno, studio CANDY BOX, Daigo Yamagishi, Hiroshi Oonogi, Production I.G, Naoya Matsumoto, Shigeyuki Miya, Tomomi Kamiya, Ichirou Okouchi

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