Estás leyendo la segunda parte de un post dedicado al mismo tema. Si te interesa mi opinión del resto de series que he visto esta temporada, puedes hacer click aquí.
Zom 100: Zombie ni Naru Made ni Shita 100 no Koto
El primer episodio de Zom 100 es el tipo de entretenimiento diseñado para petarlo en todas partes. Nacido de un elevator pitch inmediatamente atractivo, concebida para resultar lo más accesible posible y enormemente ambiciosa en todo momento. Da gusto ver a una serie con la capacidad de realizar en condiciones todas sus ideas visuales, cada layout que hace uso de la cámara 3D indicando una buena comunicación entre los distintos departamentos, los medidos saltos de relaciones de aspecto y paletas de colores demostrando libertad por parte de la dirección para poder llevar acabo su visión de cada secuencia.
Es, no obstante, por bien resuelto que esté, un primer episodio que genera preguntas. Más allá de lo difícil que es desarrollar una premisa tan pensada para el corto plazo (miro de reojo a Spy × Family), me preocupa que el equipo de Komi-san esté repitiendo la jugada de su comedia romántica, cuyo soberbio debut no fue nada representativo de lo que estaba por venir. Pero vamos, que independientemente de ello es una serie divertida, original y fácil de ver por cualquier espectador. ¡Ojalá una o dos así cada temporada!
Helck
Hoy en día se produce mucho anime de fantasía, pero desde hace más de dos décadas la moda ha sido tender hacia un estética JRPG y no hacia las raíces más clasicorras del rol de tablero. Helck trabaja con muchos elementos comunes al resto de series del momento, como la existencia de un Rey Demonio (魔王) y referencias a un sistema de niveles diegético, pero su manera de presentar las razas, las magias o a su gigantesco protagonista puede suponer uno de los escasos refugios para los fans más tradicionales de la espada y la brujería que Japón puede ofrecer en este momento.
Así, me da un poco de pena que para una obra más de nicho que recibimos, nos debamos conformar con un acabado tan decadente. No se cae a pedazos, pero los dibujos reguleros abundan, el diseño de planos resulta anodino y la compo no es precisamente fina. Si las ideas de base te resultan lo suficientemente carismáticas, puede que quieras darle una oportunidad... pero estamos hablando de una producción muy pocos recursos.
Ai no Idenshi
"Un mundo en el que la humanidad puede copiar los recuerdos de las personas como si fuesen los datos de un ordenador". Es un tema trillado, por supuesto. El propio medio de la animación ya lo ha explorado en series tan brillantes como Kaiba, pero sigue apeteciendo ponerse del lado de un anime que va tan directo al grano con su concepto de ciencia ficción, planteando una trama episódica y sembrando las semillas de una mayor que se irá desarrollando a lo largo de toda la temporada. Es una fórmula muy tradicional, pero se agradece verla entre tantas adaptaciones de novelas ligeras, con los mismos arcos lineales de cuatro episodios por volumen uno tras otro. Me gusta la historia de este primer episodio: la estructura está cuidada y la resolución tiene bastantes capas, terminando en una nota agridulce y gris donde cada personaje saca su propia conclusión.
Pero, aunque me gustaría poner de mi parte y ver algo más de la nueva propuesta de Madhouse, lamento reconocer que cutrea con mucha más frecuencia de la que debería para convencerme. La producción es menos que justita, con composiciones visuales que apenas llegan a ser siquiera descriptivas, animación casi nula y una dirección de arte bastante inexistente, con decisiones de compositing cuestionables hasta en algo tan importante como los ojos de los personajes. El propio protagonista parece ideado como tu típico chaval anime, algo completamente fuera de lugar si nos fijamos en cómo el resto de personas le tratan. Por mucho que los eventos puedan llamar mi atención, la manera en la que se desarrollan los diálogos es extremadamente artificial, olvidándose sin elegancia de las emociones que los personajes experimentan con tal de resolverlo todo de la manera deseada. Ojalá las buenas ideas se acumulen y me hagan defenderla en el futuro, pero por culpa de la enorme cantidad de tropiezos técnicos, ahora mismo la siento como una oportunidad desaprovechada.
Rurouni Kenshin
Readaptar Rurouni Kenshin en 2023 es innecesario. Se trata de un manga de los 90s, que ya tuvo una versión televisiva muy memorable, además de interpretaciones en formato de películas y OVAs que oscilan entre lo francamente recomendable y lo absolutamente imprescindible. Lo siento por ellos, pero LIDENFILMS no es un estudio con los recursos de afrontar semejante obra maestra del shounen, llena de matices en los personajes y carga histórica en los entornos. Hay un pequeño porcentaje de genialidad que traspasa todas las fronteras y alcanza este primer episodio, pero está opacado por una narrativa que hace sentirlo todo más torpe de lo que en realidad es, dando forma a un arranque que cualquiera pasaría por alto sin el contexto previo.
Readaptar Rurouni Kenshin en 2023 es improcedente. Ya es bastante difícil ser fan del manga original, lanzado en una época en la que aún no habían pillado a Watsuki con pornografía infantil, como para que tengamos que reexponernos a esta inmoralidad. Un nuevo anime, adaptando la historia original desde cero, y el permiso para continuar la publicación de Hokkaido-hen, son la peor forma de legitimar el crimen cometido por su autor, de enterrarlo sin haber permitido que el mundo aprenda nada. Es una irresponsabilidad social enorme, y una falta de respeto a un fandom que no necesita pasar más vergüenza ni enfrentarse a más encrucijadas morales cada vez que quieran disfrutar de un texto con el que resuenan.
Dekiru Neko wa Kyou mo Yuutsu
Empecé estas impresiones de temporada hablando de SukiMega, así que por el bien de la narrativa circular, es necesario que cierre con el estreno veraniego menos popular de GoHands..
La comedia situacional siempre es, como mínimo, un poco problemática. Vivimos en una sociedad (¡lo dijo!) bastante indeseable, pero si en algo es experta la ficción es en recortar espacios o retorcer escenarios para que al verlos en tercera persona te parezcan naturales e incluso deseables. Cualquier fan de Friends entenderá cualquiera de los sets que los personajes frecuentan como un sueño costumbrista, ¡y no me hagáis hablar sobre la imagen de Japón que proyecta el anime!
Es gracioso (aunque tiene sentido) que sea la puta serie del gato parlante la que, con su extraño estilo que a ratos parece perseguir el fotorrealismo, la que de forma más burra y menos intencional destruye en mil pedazos la suspensión de incredulidad. Que la protagonista llore por las mañanas porque no quiere ir al trabajo no es una pataleta infantil. Que le dé al alcohol por las noches no es motivo de risa.
Es una condición común a la mayor parte del género, pero GoHands es un estudio tan estrafalario que sólo por su forma ha conseguido que los engranajes que normalmente giro a mano para no atascarme en discursos ideológicos se hayan bloqueado por completo. DekiNeko no es particularmente entretenida, ni tampoco una mala serie, pero por encima de su calidad, su identidad sin duda es la de una bizarra criatura, como el enorme gato con delantal que la protagoniza.
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La temporada que viene volveremos a la normalidad, pero la condición extraordinaria de haber viajado por Japón durante un mes y el inicio de mi vida laboral ha hecho que la primera parte llegase cuatro semanas tarde y esta... bueno, da igual. Queda registrado.
Últimamente sólo veo anime con mi familia. He estado dándole a muerte a pelis y videojuegos en mis ratos libres. Pronto volveré a la animación japonesa, ahora que la temporada termina. Hay unas cuantas series que me han llamado la atención y quiero ver.
Escribir es un hobby que me llena mucho y me gustaría darle la caña que no le he dado estos últimos meses. Pero necesito encontrar el huequecito en mi nueva rutina para hacerlo. Vamos con calma, pero vamos a traer cositas nuevas.
Palabras clave: Bucket List of the Dead, Haro Aso, Koutarou Takata, Kazuki Kawagoe, Hiroshi Seko, Nanaki Nanao, Tatsuo Satou, Satelight, The Gene of AI, Kyuuri Yamada, Yuuzou Satou, Ryuunosuke Kingetsu, LIDENFILMS, Nobuhiro Watsuki, Hideyo Yamamoto, Hideyuki Kurata, The Masterful Cat is Depressed Again Today, GoHands, Katsumasa Yokomine