Y así, antes de darnos cuenta, termina el 2021, y, con él, la temporada de otoño. Pero no temáis, pues el ciclo de consumo nunca se detiene, y basta con que un par de días andes lidiando con los comentarios misóginos de tu tío en la cena de Nochebuena para que al sentarte en tu PC ya tengas estrenos por ver y comentar.
¡Y para eso estamos aquí! Así que, sin más dilación, y recordando que esto son solo unas primeras impresiones que pueden cambiar con el tiempo, doy paso a mi humilde opinión de algunos de esos primeros releases.
Sono Bisque Doll wa Koi wo Suru
Cuando te pones a ver algo como Sono Bisque Doll wa Koi wo Suru, sabes a lo que vas. El anime está saturado de comedias románticas claramente dirigidas a un público masculino, habitualmente con mejores producciones de lo que merecen. Bisque Doll ni siquiera es la más problemática que he visto, pero lo fascinante de ella es la poquísima vergüenza que tiene a la hora de reconocer su propia condición de vende-waifus.
Siendo optimista, creo que, más allá del foco principal de la serie, hay capacidad para contar algo interesante. El mundo de las hina-ningyou (las muñecas que fabrica el protagonista) despierta mucho mi interés, así como el cosplay como método de expresión personal. Quiero creer que un autor no elige estas dos temáticas de manera arbitraria, y que hay intención de explorar estos temas a medida que avance la trama. Sin embargo, es una apuesta improbable, y si alguien no está dispuesto a pasar por el aro de una premisa para adolescentes pajilleros, me parecería una decisión perfectamente cuerda.
Hakozume: Koban Joshi no Gyakushuu
Lo primero que pensé cuando vi la imagen promocional de Hakozume: Koban Joshi no Gyakushuu fue "Madre mía Madhouse el retropower". Lo segundo fue "Espectacular propaganda de la policía japonesa me voy a chapar". Al final, de retro tiene poco, y de propaganda, algo menos de lo esperado. Hay cierta comedia muy ácida en la serie: la vemos en la senpai disfrutando de poner tickets, en el jefe de policía asumiendo que a las protagonistas se les dan bien los niños porque son mujeres, o en Mai reviviendo un trauma de cuando a su familia le pusieron una multa que no podía pagar. Sin embargo, y por lo pronto, la serie se sigue inclinando a favor de subrayar lo importante que es la policía para mantener el orden, sin los matices necesarios para evitar que un escalofrío me recorra la espalda.
Probablemente estoy sobrepensando una serie que busca ser muy ligera en todo lo que propone, impersonal, solo entretenida a ratos y con unos diseños atractivos pero difíciles de mantener en una producción de estas características. Los fans de las comedias policiales están de enhorabuena, supongo, porque sale una cada cinco años, y esta tiene un pase. Fuera de ese nicho concreto, hay poco que opinar, para bien o para mal, de esta serie.
Leadale no Daichi nite
"Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti" - Friedrich Nietzsche, Más allá del bien y del mal |
Leadale no Daichi nite es un isekai de MMO donde su protagonista es una chica bastante normal que la serie en ningún momento humilla ni sexualiza. Eso es todo lo bueno que puedo decir de la obra, porque la hija de puta es mala; pero mala con avaricia. Es una de las infraproducciones más acusadas que vamos a ver en toda la temporada. Si paras la serie en cualquier momento, lo más probable es que delante de ti haya un fondo con una perspectiva diferente al personaje, algún elemento CGI animado sin curvas siquiera o un diseño extremadamente feo. No aporta absolutamente nada nuevo a un género que nació ya trillado: ni siquiera tiene la culpa de existir. Se siente como el infumable producto de una industria que no pasa por su mejor momento.
Sasaki to Miyano
El BL es un género con unos tropos muy cuestionables: no sé en cuántos mangas me habré encontrado algo que a todas luces es una violación del seme hacia el uke. Además, adaptan muy pocos al anime, así que, cuando se anuncia uno, toca rezar para que no sea de los turbios. Por suerte, Sasaki to Miyano pertenece al grupo de romances wholesome cuyo único propósito es que la pareja principal resulte adorable. Como añadido, resulta curioso que uno de los dos protagonistas sea fan del BL: esto nos abre una pequeña ventana al mundo de un chaval cuyo hobby está mal visto socialmente.
La mala noticia en todo esto... es que la serie no es muy destacable. Es una producción justita, donde los planos interesantes brillan por su ausencia y la narrativa se siente torpe en todo momento. No dudo que pueda suponer un rato agradable para los fans del género, pero, si quieres introducirte, igual es mejor buscar en otra parte.
Akebi-chan no Sailor-fuku
Megumi Kouno, una de las mejores animadoras de CloverWorks, ha sido mi motivo para ver Akebi-chan no Sailor-fuku. Y, sinceramente, no la considero una serie que se merezca esta mastodóntica producción. La cosa va como en cualquier otro anime de cute girls doing cute things: tenemos una protagonista obsesionada con hacer nuevas amigas que se nos irán introduciendo como parte de un elenco igual de moe. Hay algo fetichista en la atmósfera de Akebi-chan, pero muy alejado del fanservice sexual de Bisque Doll. Aquí el voyerismo está en las arrugas que se forman en un uniforme, en ver cada mechón de pelo perfectamente animado mientras la protagonista se hace una ponytail, o en un gesto con los pies descalzos que marca cuidadosamente el extremo del metatarso.
Es retorcido, o más bien, dudoso: verdaderamente no sé si los animadores están horny de manera cuestionable y refinada o si tienen una obsesión artística con el hiperrealismo. Si algo me ha enseñado dedicar mi vida al dibujo es que probablemente sean las dos. Pese a esta sensación de incomodidad, no puedo sino lanzarme de cabeza a continuarla, porque un anime de temporada llevaba tiempo sin hacerme semejante demostración de fuerza bruta en lo visual. Y soy así de idiota.
Eso ha sido todo por hoy. Espero que os haya resultado de utilidad. Dejad vuestras opiniones o recomendaciones en los comentarios, ¡y nos vemos en unos días con la segunda parte!
______________________________________________________________________________________________________________
Palabras clave: My Dress-Up Darling, Police in a Pod, In the Land of Leadale, Sasaki and Miyano, Akebi's Sailor Uniform, CloverWorks, Maho Film, Studio Deen, Keisuke Shinohara, Shinichi Fukuda, Yuuzou Satou, Miko Yasu, Takeyuki Yanase, Ceez, Tenmaso, Shinji Ishihira, Shou Harusono, Miyuki Kuroki, Hiro