Los openings forman parte de la cultura otaku. Incluso en la comunidad occidental, es fácil abrir YouTube y toparse con algún vídeo titulado "TOP 30 OPENINGS de INVIERNO 2022". De esto tiene culpa la manía que tenemos de enlistar y jerarquizar todo, pero también es el reflejo de lo importante que resultan los opening en la experiencia de consumir anime. Te predisponen para lo que vas a ver, muchas veces reúnen los mejores cortes de su producción y construyen toda una subcultura dedicada a las anisongs.
Dado que estas secuencias deberían contar con la máxima calidad posible, es lo más frecuente que cuenten con un director y AD exclusivos para ellas. Así, estos 90 segundos se convierten en una gran oportunidad para la expresión artística. Siento que, normalmente, solo prestamos atención al tema musical que lo acompaña, cuando un opening es muchísimo más que eso. Algunos, como el segundo de KonoSuba!, tienen incluso su propia narrativa tradicional en tres actos.
Por ello, en este post me gustaría prestarle atención a algunos openings que salieron en 2021. Pero no quedándome en la calidad de la canción o de la animación (que ya puede resultar muy encomiable), sino buceando un pelín más allá: ¿hay algún nombre sorprendentemente conocido tras alguna de estas intros? ¿Podemos reconocer un estilo parecido en otras secuencias de apertura de las que se han ocupado en el pasado? ¿Existe algún significado detrás de alguna canción concreta que hayamos obviado? Ya voy avisando: sí a todo.
He intentado limitar el número de seleccionados para poder hablar más de cada uno de ellos, y aún así, no he podido evitar meter ocho. Así que empecemos con el primero, ¡y con uno de los más populares!
¡Click en los títulos para ver el opening!
Jujutsu Kaisen, de Shingo Yamashita
Ya tenía ganas de una oportunidad para sacar a colación a Shingo Yamashita, uno de los creadores más interesantes del panorama actual. Como profesional, tiene muchas habilidades que destacar, pero puede que la más idiosincrática sea su particular obsesión con la luz, ideal para los entornos urbanos de Jujutsu. No conozco a ningún otro animador en todo Japón que en tiempos recientes haya demostrado semejante solvencia a la hora de mezclar animación tradicional y compositing tan digital. Es fácil apreciarlo en cualquiera de los dos openings de Jujutsu Kaisen. Tomad un frame al azar y entrecerrad los ojos: a mí me resulta casi indiferenciable de una fotografía bien tomada.
Si os gusta, os invito a echarle un vistazo a su exhaustiva obra. La única serie que ha hecho es Hakumei no Tsubasa, la antología de cortos ambientada en el mundo de Pokémon que pegó el pelotazo hace un par de años. Pero igual de interesante es bucear en otros openings de su autoría, como esta pedazo de intro que dirigió para Naruto: Shippuuden, esta otra joya que incluía Sousei no Onmyouji, su último banger en Ousama Ranking y... la gente todavía recuerda el ending de Shinsekai yori, ¿verdad...? Decidme que la gente todavía conoce Shinsekai yori, por favor.
Vlad Love es una de las series más libres de 2021, y ambos openings son una demostración perfecta de ello. No podía elegir entre los dos, así que al final me he quedado con el primero, porque técnicamente el segundo ya lo vimos en 2020 cuando salió el preestreno.
Esta ha sido una de las secuencias de apertura que más quebraderos de cabeza me han dado, pues, al ser una serie tan poco popular, la información en las bases de datos de habla inglesa resulta escasa. He tenido que indagar en los créditos con mis justitos conocimientos de japonés escrito para dilucidar que Kenichi Kutsuna, un profesional que lleva dando guerra desde el 2003, ha sido el encargado de realizar esta maravilla. Los colores planos, las composiciones sencillas pero medidas al milímetro y los excelentes dibujos de la secuencia (Norio Matsumoto se ha colado en un plano) conforman una de las experiencias más estéticas del año que nada tiene que ver con el tono del anime que presenta.
Merece la pena plantearse lo fácil que resulta perder o retorcer este tipo de información, especialmente cuando procede de un país con un idioma tan diferente al nuestro. Recordemos que, durante años, corría el rumor de que Hideaki Anno había dejado la producción de KareKano a la mitad simplemente porque a la gente no le gustaba el final.
Wonder Egg Priority, de Jin Ooyama
La canción elegida para acompañar el opening de Wonder Egg Priority es Sudachi no Uta. Puede que alguna tuviese la impresión de haberla escuchado antes, y es porque no se trata de una composición original, ni siquiera de una canción de actualidad. Fue compuesta en 1965 por Shiro Murano y Saburo Iwakawa, y en Japón es común escucharlo en graduaciones escolares. Por toda la carga emocional que tiene para el público objetivo de la serie, transmite un mensaje mucho más fuerte del que podemos llegar a entender desde nuestros asientos occidentales.
Ni siquiera es el primer anime que utiliza este tema: Nichijou ya lo empleaba durante el ending de su capítulo 21, igual que usaba la más conocida Tsubasa wo Kudasai (también popular en coros de instituto) en el episodio 16.
Por supuesto, podríamos dedicar párrafos y párrafos a hablar de la increíble animación del opening o de su estimulante decisión de incluir fotografías... pero prefiero quedarme en la reflexión de que muchas veces obviamos mensajes por no corresponderse con el código de nuestra cultura, y que esto no nos debería suponer un obstáculo sino hacer que nos interesemos más en lo que estamos viendo o escuchando.
Bishounen Tanteidan, de Yasuomi Umetsu
Otra vez toca hablar de autores, y esta vez de uno absolutamente legendario. Se trata de Yasuomi Umetsu, nombre que la mayoría descubrimos por A Kite (hands down, la mejor obra animada que una productora de porno ha sacado jamás a la luz), para luego enteramos de que uno de los mejores cortos de Robot Carnival era suyo. No es, ni mucho menos, la primera vez que dirige un opening, pero resulta curioso la manera en la que este combina la mayoría de motivos con los que había trabajado hasta ahora.
El director ya demostró cierta compatibilidad con el estilo de Shaft cuando en 2011 se encargó del opening de Blood-C. También había lucido a un elenco de boys en un par de endings de Bungou Stray Dogs y en la estupenda intro de Owari no Seraph. ¡Y lo más importante de todo! El tío es una experto a la hora de incluir bailecitos en sus secuencias. El opening de Dimension W dio bastante de qué hablar por esto mismo, pero puede que la que más lejos lo lleva sea la fantástica apertura de Soredemo Machi wa Mawatteiru.
Y, por supuesto, no puedo cerrar sin mencionar la barbaridad animada que son los bailes de estos bishounen, cada uno encargado a una persona distinta y aparentemente sin rotoscoping. Podéis echarles un vistazo de manera individual aquí, y bucear en la escasa pero estupenda obra de cada uno de esos animadores.
Komi-san wa, Komyushou desu., de Kazuki Kawagoe
Uno de los openings más visualmente impactantes de todo el año es sin lugar a dudas el de Komi-san, y lo es por muchos motivos. El estilo de colores planos que mantiene visible la línea que separa las áreas de luz y de sombra es solo la primera pieza de una secuencia extremadamente compleja: el formato panorámico es una decisión genial, pero el juego con la relación de aspecto a través de reencuadres diegéticos y no diegéticos también.
Por supuesto, todo esto alcanza un nuevo nivel gracias a la impecable animación de la que se hace gala. Haruyoshi Nomura (responsable de este corte del primer episodio) se encarga de la dirección de animación junto a Asami Hayakawa, y otros nombres como Hayato Toru o William Lee sorprenden con una demostración de poder envidiable. Una auténtica barbaridad que pone el listón demasiado arriba como para que un hipotético nuevo opening en su segunda temporada esté a la altura. Por supuesto, estaré encantado si me sorprenden.
Visual Prison, de Naoko Yamada
2021 ha sido el año en el que se ha hecho oficial que Naoko Yamada (probablemente la directora con la que más vibeo de todo el planeta) había dejado Kyoto Animation, el estudio que la vio nacer y crecer como autora. Fue un evento difícil de aceptar, pero que vino acompañado de nuevas promesas y oportunidades.
Podría haber elegido el opening de Heike Monogatari para figurar en este post, pero su participación en Visual Prison me parece especialmente graciosa (casi tanto como el hecho de que dirigiese el archiconocido segundo opening de Kaguya-sama). La secuencia es un conjunto de recursos y símbolos que había utilizado con anterioridad, algo simplificados, pero que marcan su firma con tinta imborrable. Tenemos los close-ups de gente cantando que veíamos en el primer ending de K-ON!, los cortes por flash que ya estaban más que maduros en el tercer ending de la misma serie, y el símbolo del pájaro azul que resulta inseparable de Liz to Aoi Tori (a mi entender, su obra maestra más rotunda hasta la fecha).
Me parece muy divertido buscar a directores de trayectorias tan sobresalientes apareciendo en lugares insospechados, como aquella vez en la que Ikuhara se encargó de un ending de Kokoro Connect o cuando Tatsuya Oishi se sacó de la manga esta pedazo de intro para un RPG raro. Este asunto daría para un post muy largo...
Super Crooks, de Motonobu Hori
En lo que llevamos, ya hemos hablado de openings que destacan por incluir un baile increíblemente bien animado, pero la secuencia de apertura de Super Crooks en sí misma es un baile increíblemente bien animado (de nuevo, sin rotoscoping).
Al igual que en el caso de Wonder Egg Priority, la canción que suena existía mucho antes de la concepción de su serie (aunque para esta solo haya que remontarse hasta 2011). Se trata de Alpha, de Towa Tei. Y, sinceramente, no tengo ni puta de este artista. Lo conozco, lo he escuchado alguna vez, pero hasta ahí.
Pero eso mismo, creo que me estoy perdiendo muchísima información en el opening de Super Crooks. El vídeo musical original de Alpha es una bailarina haciendo pole dance, y algo de su trabajo en Deee-Life ya tiene a gente bailando en ángulos pronunciados. No tengo idea de si es el responsable del diseño visual de estos videoclips más tempranos, o si ha tenido input creativo en el opening de Super Crooks.
Y no tener ni puta idea de algo... mola. Porque significa que puedo seguir indagando y descubriendo a otros autores y subculturas desconocidas para mí. Por supuesto, si hay algún fan de Towa Tei leyendo esto, le invito a responder a todas estas cuestiones y a dejar enlaces a cualquier contenido que considere interesante. Así aprendemos todos, que para eso abrí este blog.
Senpai ga Uzai Kouhai no Hanashi, de Ryouhei Takeshita
Y vamos cerrando el post con esta auténtica barbaridad que nos ha regalado Ryouhei Takeshita. Puede que no sea un nombre legendario como el de Yamada o Umetsu, pero este ha sido el año en el que ha pasado de ser "El tipo que hizo un trabajo injustamente bueno dirigiendo Eromanga Sensei" a un creador sobresaliente al que no debemos perder la pista.
El opening de Senpai ga Uzai es un despliegue visual de una creatividad desbordante: uso den la relación de aspecto, metanarrativas dentro de la propia secuencia o juegos con la estética fotográfica son algunos de los recursos con los que nos sorprende la obra de Takeshita. Todo acompañado, por supuesto, de un character acting soberbio, cortesía, entre otros, de un Shinnosuke Ota que se ha superado a sí mismo.
Además, ¡no es el único flex que se ha sacado este año! Uno de los mejores episodios de Heike Monogatari fue dirigido por él, así como el excelente segundo ending de Jujutsu Kaisen. Empezaba el post hablando de Shingo Yamashita y de su obsesión con la luz, y terminamos comentando a otra persona con intereses similares, que, sin embargo lleva su estilización por un camino muy distinto. Gracias a él he descubierto una nueva técnica de compositing llamada 色トレ (no sé si leerlo irotore, shokutore o cómo), y estoy deseando aprender más de este artista en el futuro.
Como he dicho al principio, he tenido que dejar fuera muchas grandes secuencias de apertura para que el post no se me fuese de duración. Sin embargo, rápidamente, me gustaría mencionar el nuevo opening de Yuru Camp, el de Zombie Land Saga, el de Idaten y el de Kobayashi-san, por decir algo. Además, hay una serie de animación china llama Da Wang Rao Ming con una intro que se te va la puta olla. Sin embargo, si del opening de Super Crooks ya tenía poco que decir, atreverme a comentar algo de una cultura tan profunda y desconocida para mí como la china es una tarea a la que prefiero renunciar de momento, a la espera de obtener algo más de bagaje.
Espero que hayáis descubierto alguna curiosidad leyendo estos párrafos, o incluso que os hayan aportado una nueva perspectiva de esta parte del mundillo del anime. Ahora os toca a vosotros. ¿Hay algún opening de este año con el que os hayáis quedado especialmente? ¿Quizás alguno trabaja con una estética concreta o cuenta con un artista del que no he oído hablar en mi vida y os apetece compartirlo? No os cortéis a la hora de dejarlo en los comentarios. ¡Nos vemos pronto!
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Pues hale, queda escrito el tema. Es un poco raro sacarlo después de las primeras impresiones de invierno 2022, pero al final esto es solo una excusa para hablar de gente que dibuja bien. Por tanto, cualquier momento es bueno.
Han sido ya dos artículos seguidos hablando de actualidad, así que va tocando dar un salto atrás de unos cuantos años. Tengo casi lista una pequeña retrospectiva sobre un autor japonés que probablemente conozcáis, y me gustaría publicarla en los próximos 15 días. Sin embargo, hay una parte de su obra que me está costando bastante ver, y me niego a publicar algo incompleto. Así que habrá que esperar.
En el terreno de la imagen real, últimamente he estado viendo dos cosas: la filmografía de Shunji Iwai y las películas de The Thing from Another World. De lo primero probablemente acabe hablando más pronto que tarde, pero lo segundo me ha despertado un interés particular en la representación de las criaturas en el extensísimo género de las monster movies. Y para comentar esto necesito un research mucho más exhaustivo. Irá llegando.
Palabras clave: Pretty Boy Detective Club, Komi Can't Communicate, Komi-san no puede comunicarse, My Senpai is Annoying